La micropigmentación es una especialidad enmarcada en el campo de la estética cada vez más común y a la que más se recurre. De hecho, con la llegada del verano, las tendencias suelen girar en torno a la naturalidad y la ausencia de maquillaje es protagonista. Es por ello, que esta técnica se coloca como un buen aliado por su manera de embellecer, corregir o mejorar determinados rasgos de la forma más sutil posible.

Se trata de una especie de maquillaje permanente que te ayudará a no tener que usar, por ejemplo, máscara de pestañas o tu labial favorito para estar lista. Lo llevarás perfectamente integrado en tu rostro gracias a la micropigmentación , que además se adapta a tu tipo de piel y a la forma de rus rasgos.

Se trata de un truco muy demandado que no solo se puede hacer en cejas y que debes valorar ahora que llega el buen tiempo. Como decimos, en verano nos olvidamos del maquillaje y este truco es perfecto para ese efecto buena cara que tanto nos gusta lucir.

Hacer la micropigmentación en verano

Pero, ¿es viable hacérselo en verano? Según Mónica Aránguez, técnico en micropigmentación, no habría ningún problema en realizar la micropigmentación ni antes, ni durante la época estival. ''Hay quien siente miedo, pero lo cierto es que las medidas que hay que seguir son bastante parecidas en todas las épocas del año. En verano estamos más expuestos al sol, por lo que hay que tener un poco más de cuidado''.

Tipos de micropigmentación

Y si te hemos convencido y estás decidida a probarlo, estas son todas las zonas del rostro en las que puedes probarlo y potenciar asó la belleza natural de cada rostro:

Para cejas pelo a pelo. El microblading pelo a pelo está dedicado a personas que, por un motivo u otro, hayan perdido el vello en las cejas, sufran alopecia o simplemente desean un cambio estético para dar más simetría, definición y personalidad a su mirada. Desde la clínica Mónica Aránguez estudian de forma personalizada cada caso y cada tipo de piel, eligiendo la técnica y el procedimiento más adecuado según sea (fina o seca).En una sola sesión de una hora los resultados son visibles y casi definitivos, sólo se necesitará una segunda visita para realizar un repaso una vez haya transcurrido un mes.

De pestañas. ''El efecto pestaña abarca todo tipo de ojos, formas y edades'', explica Aránguez. Dependiendo del acabado que busquemos, podemos mantener la línea de las pestañas o engrosarlas. Esta técnica es muy práctica en verano porque, aunque no tengamos maquillaje, conseguimos un efecto buena cara que aporta a la mirada más luz. ''Nadie sabrá qué nos hemos hecho, pero aportaremos un extra de vitalidad al rostro''.

De cejas shading. Es la técnica recomendada para pieles más grasas. Se diseña el contorno en el rostro para que este se adecúe a la perfección a su forma natural, pero siempre respetando la forma natural de la ceja. Una vez el cliente se siente cómodo con el diseño final, se sombrea con la técnica del shading, rellenando y corrigiendo irregularidades.

De labios. Tanto para definir y aportar color a los labios, el microblading es una de las técnicas más demandadas para mejorar el aspecto del tercio inferior. Además, ayuda a rebajar el tono en casos en los que se sufre una alta pigmentación o dar volumen a los labios más finos con un resultado 100% natural. El procedimiento es prácticamente indoloro y los cuidados posteriores consisten simplemente en mantener una buena higiene y proteger la zona del sol.

De eyeliner. A lo largo de los últimos años, la micropigmentación del maquillaje se ha convertido en un aliado infalible para potenciar e intensificar la mirada. Existen tres tipos de eyeliner: Clásico, difuminado o el efecto pestañas. Desde Mónica Aránguez aconsejan a sus clientes la técnica más adecuada según la forma y caída del ojo, así como si priorizan un efecto difuminado o si, por el contrario, prefiere un delineado clásico marcado. También se tendrá en cuenta la caída del párpado y el espacio de la cuenca del ojo.

FUENTE: MujerHoy