Ya lo advertía hace ocho años la Academia Española de Dermatología y Veneorología cuando numerosas famosas y gurús de la belleza como Gwyneth Paltrow pusieron de moda la tendencia no poo: lavar el pelo sin champú, sólo con agua, parecía por entonces un acto revolucionario frente a los denostados champús con sulfatos y otros químicos.
Suena lejano, pero la realidad es que aún sigue existiendo mucha controversia entorno a este acto tan integrado en nuestra rutina de cuidados capilares diarios. Ya sea por la frecuencia, sobre si hacerlo a diario o espaciar los lavados hasta cuatro días es malo para el cabello. O por los productos, ya que muchas personas creen que es mejor prescindir del champú.
Sobre ésto último, TikTok e Instagram está repleto de contenido a modo de reto: «¡ Tres meses sin utilizar sin champú!», escribe una influencer donde asegura que sólo se lava el pelo con agua mientras defiende que ha disminuido su producción grasa y que ha conseguido una melena más fuerte y sana. Pero, ¿qué hay de cierto a nivel médico? ¿Tiene algún sentido?
Lavar el pelo sin champú: por qué puede ser malo para el cabello
En primer lugar, los dermatólogos de AEDV explican que los champús sirven para limpiar el cabello y que «en ningún caso consiguen penetrar en la raíz folicular, por lo que no es cierto que deterioren el crecimiento del pelo o hagan que se caiga. Sí pueden sin embargo alterar el tallo piloso (porción visible del folículo piloso) si contienen productos químicos agresivos o un pH extremo. Por lo que se recomienda que un champú sea de pH neutro (entre 4,5 y 5,5) para que no dañe el tallo piloso y la piel del cuero cabelludo».
En cuanto al pelo graso, que es otro de los tipos de cabellos más controvertidos a la hora de lavarlo, explican que el champú no es el principal determinante: « La secreción de grasa depende del estímulo hormonal de la glándula sebácea (por ello vemos el pelo graso a partir de la pubertad)» y confirman que no existe evidencia médica sobre que el problema sea el champú.
Entonces, ¿qué ocurre si dejamos de usar el champú? Va a producir una acumulación de grasa y suciedad, que a su vez generará una importante fuente de microorganisimos que pueden favorecer infecciones. Nos lo cuenta la farmacéutica y experta en materia capilar, Helena Rodero .
«Si no limpiamos con un champú que limpie de verdad la suciedad del cuero cabelludo, nos podemos provocar problemas de caspa o dermatitis seborreica a medio plazo. Esto ocurre porque está creciendo un hongo que se llama malassezia furfur y que si no lavamos el cuero cabelludo, se acelera su crecimiento ya que ese hongo vive muy bien en la grasa de la zona», advierte la especialista.
Cómo lavar el pelo y qué champú elegir
Para la experta, sin duda hay que utilizar champú. Lo ideal es hacerlo con una buena técnica para no estropear la cutícula que protege el cabello, con un champú acorde a las necesidades individuales de cada uno y con una frecuencia mínima de dos veces a la semana. «Lo mejor es hacerlo tres días a la semana o días alternos, pero si tienes el cuero cabelludo muy graso se puede lavar perfectamente todos los días», explica Helena Rodero.
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Para las melenas más secas que se quiebran muy fácilmente en los lavados, la farmacéutica recomienda utilizar un aceite, un acondicionar o una mascarilla capilar en seco de medios a puntas. Después sólo aplica champú en el cuero cabello. «De esta manera evitamos el posible efecto negativo que pudiera producir el champú».
La experta asegura además, que un pelo en buen estado no es posible sin un cuero cabelludo limpio y sano. «Hay estudios que han demostrado que la oxidación que se produce al no lavar el cuero cabelludo perjudica la formación de la cutícula, que es el escudo de cada fibra capilar y el responsable de que el cabello no se encrespe y esté brillante. Si cuidas la cutícula a través del cuero cabelludo, vas a tener el pelo más bonito».
FUENTE: MujerHoy
