El enfoque Montessori se basa en la idea fundamental de permitir que el niño sea el protagonista de su propio proceso de aprendizaje, lo que implica que él mismo determine el ritmo al que desea explorar y comprender nuevas ideas.

Para lograr esto de manera efectiva, es necesario contar con algunas condiciones esenciales, como la presencia de un adulto guía y un ambiente preparado para el niño. Entre los elementos que forman parte de este entorno, se encuentra la torre rosada Montessori. A continuación, te explicaremos en qué consiste y cómo se presenta al niño.

¿En qué consiste la torre rosada Montessori?

La torre rosada consiste en 10 cubos apilables que varían en tamaño y peso. Cada cubo es 1 centímetro más grande que el anterior, lo que significa que cada uno tiene un peso diferente, siendo el más grande de 1 kilogramo. El cubo más pequeño mide 1 x 1 x 1 centímetros y el más grande mide 10 x 10 x 10 centímetros, lo que resulta en una diferencia notable de tamaño y peso entre ellos.

La edad recomendada para introducir este material Montessori a los niños es entre los 2 años y medio y los 3 años y medio.

Las características principales de la torre rosada Montessori son las siguientes.

Prioriza la experiencia sensorial

Es un objeto que prioriza la experiencia sensorial en primer lugar, aunque también brinda la oportunidad de abordar de manera inicial algunas ideas relacionadas con el ámbito de las matemáticas. En este último caso, dado que consta de 10 cubos, posibilita una primera aproximación a las nociones de unidad y decena dentro del sistema decimal.

Exploración de dimensiones y pesos

Facilita la exploración de dimensiones, tamaños y pesos, ya que los cubos son manipulables, permitiendo a los niños descubrir por sí mismos las diferencias entre ellos al apilarlos.

Control de error incorporado

Incorpora un control de error, siguiendo la filosofía de los materiales Montessori. El propio objeto indica al niño si su acción es correcta o no. Los errores se consideran una parte natural del proceso de aprendizaje y los niños pueden rectificar por sí mismos, lo que fomenta no solo la adquisición de conocimientos, sino también la autoconfianza y la seguridad.

Enfoque en un solo estímulo

Se centra en un solo estímulo o dificultad a la vez, al igual que otros elementos Montessori. Esto permite que el niño se concentre en aprender un único concepto en cada momento.

Color rosa por preferencia de los niños

María Montessori, una observadora apasionada del comportamiento infantil y una de las pioneras en el campo de la educación, se dio cuenta de la fascinación que muchos niños tenían por este color en particular.

Su investigación constante y meticulosa reveló que los niños no solo mostraban una preferencia innata por el rosa, sino que también respondían de forma positiva a él en términos de concentración y atracción visual.

Beneficios de la torre rosa Montessori

Sus beneficios abarcan áreas clave del desarrollo infantil y fomentan un enfoque de aprendizaje centrado en el niño. A continuación, exploraremos los numerosos beneficios que esta singular herramienta ofrece para el crecimiento y la educación de los niños.

Favorece la concentración

La torre rosa, al presentarse en un único color, elimina cualquier elemento distractor o estímulo visual llamativo que pueda dispersar la atención del niño. Esto permite que el niño se concentre solo en la tarea que tiene ante sí, lo que es fundamental para un aprendizaje efectivo.

Estimula la discriminación visual

Este material proporciona al niño una oportunidad única para desarrollar sus habilidades de discriminación visual. A medida que el niño observa y manipula los cubos de diferentes tamaños, aprende a notar las variaciones y diferencias entre ellos.

Esto no solo es importante desde una perspectiva académica, sino que también fomenta el desarrollo de habilidades cognitivas esenciales.

Fortalece la autonomía del niño

Se basa en el principio fundamental del método Montessori, que es permitir que el niño sea el protagonista de su propio aprendizaje. Al interactuar con esta herramienta, el niño toma decisiones, experimenta, organiza su juego y aprendizaje de manera independiente.

Esto no solo impulsa su autonomía, sino que también nutre su confianza en sí mismo y su habilidad para aprender a través de la exploración.

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Indicaciones para el uso de la torre rosada Montessori

Ninguno de los elementos Montessori fue concebido al azar. Cada uno de ellos responde a la minuciosa observación de María Montessori en el contexto del aprendizaje infantil, y, por lo tanto, cada objeto tiene un propósito definido. Al introducir la torre rosada al niño, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones.

1. Enseñar cómo tomar los objetos

Los cubos más pequeños deben tomarse con un agarre de «tipo pinza». Esto no solo favorece la motricidad fina, sino que también sienta las bases para el aprendizaje de la escritura. En cuanto a los cubos más grandes, el niño debe aprender a tomarlos con ambas manos por los costados, lo que le permite empezar a reconocer nociones de tamaño y peso.

2. Presentar la torre

Invita al niño a acompañarte para buscar la torre y trasladarla al área de juego. Es importante recordar una de las sugerencias fundamentales de Montessori sobre el ambiente de aprendizaje infantil: los objetos deben estar al alcance de los niños, dispuestos en muebles a su altura.

Una vez que el niño esté frente a la torre, pídele que lleve cada cubo uno por uno y los ubique sobre la alfombra o en el lugar de juego.

3. Posición visible

Asegúrate de estar ubicado de tal manera que los movimientos sean visibles para el niño. Por ejemplo, si eres diestro, colócate junto al niño de modo que tu mano derecha quede «libre» y sea visible. Esto no solo permite la libertad de movimiento, sino también que el niño pueda observar con detalle cada acción, lo que facilita su comprensión y aprendizaje.

4. Ofrecer una primera demostración al niño

Comienza apilando los cubos, tomando cada uno de la manera sugerida. Una vez que se ha formado la torre, procede a desarmarla para que el niño pueda hacerlo por sí mismo. El papel del adulto es el de guía, mostrando los primeros pasos sobre cómo se realiza, pero luego permitiendo que el niño lo haga de manera independiente.

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Elementos Montessori que acompañan el aprendizaje

La torre rosa Montessori es parte de un conjunto de elementos diseñados para permitir que el aprendizaje de los niños se desarrolle de manera gradual, respetando sus ritmos individuales. En consecuencia, cada vez que el niño adquiere un nuevo concepto o logra ciertos hitos, se puede introducir un nuevo elemento de aprendizaje.

Es importante recordar que, para que esto sea posible, tu papel como adulto es fundamental para crear un entorno amigable y adaptado al niño, pero debes adoptar un enfoque secundario en cuanto a las intervenciones directas. El niño determinará qué necesita y cómo debe proceder para alcanzar sus objetivos, fomentando así su autonomía y desarrollo independiente.

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FUENTE: MujerHoy