Desde que somos pequeños estamos habituados a oír ciertas expresiones o dichos populares con respecto a las relaciones de pareja que lo que hacen es fomentar las relaciones tóxicas y de dependencia emocional. Mitos como el de la media naranja o que los celos son una muestra de amor, han hecho mucho daño en el desarrollo de nuestras relaciones afectivas, por lo que deberíamos intentar eliminarlos, no sólo de nuestro pensamiento, sino también de nuestro lenguaje, para dejar de transmitirlo a las nuevas generaciones. Hemos recopilado los diez mitos del amor romántico más extendidos junto con una breve explicación de por qué son erróneos con el fin de fomentar las relaciones sanas, de respeto y apoyo mutuo. Échales un vistazo:
Quien bien te quiere te hará llorar
¿Perdona? Quien bien te quiere te hará reír, te cuidará, te respetará, te apoyará… pero nunca, nunca, te hará llorar, al menos conscientemente y con inquina. Bien es cierto que cuando quieres a una persona es más fácil que, al sentirte vinculada, llores por algo que le ha ocurrido o por un malentendido entre ambos. Pero eso de relacionar el sufrimiento con el amor es algo muy tóxico.
El amor todo lo puede
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Relación y Mente | Psicología (@relacionymente)
Pues no, chicas, a veces el amor no es suficiente. Querer a otra persona no es garantía para superar cualquier problema y la mayoría de las veces es necesario trabajarse esa relación para que la comunicación fluya entre vosotros y podais, de verdad, superar los obstáculos. Por no hablar de que si quieres a alguien pero no te hace feliz, deberías priorizarte a ti misma antes que a ese supuesto amor.
La media naranja
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Movimiento por la Paz – Norte (@mueveteporlapaz)
Ese pensar que vamos por la vida a medias, buscando a ciegas a esa otra parte que nos complemente para ser, por fin, una persona completa es tan falso como dañino. Tú eres una persona completa y puedes ser feliz sin tener pareja pero, si la encuentras, no llenará un espacio que tú no eres capaz de llenar, sino que te complementará en algunas cosas, discrepará contigo en otras y, si tienes suerte, a lo mejor hasta te muestra nuevos caminos en los que tú todavía no habías reparado. Y ojo, que no sólo tienes una media naranja esperándote por ahí partida a la mitad, sino que puedes encontrar a muchas personas a lo largo de tu vida que sean tu pareja ideal durante el tiempo que dure (para más información, ver seis mitos más abajo).
Los celos son una prueba de amor
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Movimiento por la Paz – Norte (@mueveteporlapaz)
¡Error! Los celos son una muestra de posesión. Bueno, siendo más claras, los celos son un sentimiento que todos en algún momento de nuestra vida podemos experimentar, pero cómo lo manifiestes y lo que hagas con ellos marca la diferencia. Todos podemos sentir celos, que no es más que una inseguridad propia y miedo a perder a tu pareja, pero si volcamos nuestras inseguridades en la otra persona intentando que haga y sea como nosotros queremos, no estamos mostrando amor. Estamos diciéndole que somos sus dueños. Y eso, amiga, no es bueno.
Los polos opuestos se atraen
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Emliber (@emliberpsicologiaonline)
Una pareja no puede ser igual en todo, está claro, pero dos personas completamente opuestas tampoco pueden tener una relación 100% sana. Al menos debería existir una base común, pensamientos, moralidad o estilo de vida, para poder compartir tiempo de calidad juntos y mantener conversaciones en las que, aunque se discrepe en algunos puntos, coincidais en los importantes.
Los que se pelean se desean
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Stephanie Escobar (@steph.escomore)
Esto te lo decían en el patio del colegio cuando un niño te tiraba de las coletas o te levantaba la falda junto al: «Si te pega es que le gustas». No soy psicóloga infantil y no me atrevo a asegurar que el comportamiento de los niños se rija por estas pautas, pero trasladarlo al mundo adulto es un error. Los que se pelean no se desean (entendiendo peleas como riñas constantes, no como diferencias de opiniones), los que se pelean constantemente tienen una mala relación y punto.
El príncipe azul
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por entrenos.psi.ec (@entrenos.psi.ec)
Los cuentos de hadas nos han llenado la cabeza de principes azules en corceles blancos que rescatan a las princesas de malvadas brujas o fieros dragones. Y deberíamos ir quitándonos de la cabeza ese pensamiento de que alguien tiene que rescatarnos porque la pareja no surge de la necesidad, sino del respeto y la admiración.
Felices para siempre
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Marta | Psicóloga (@martamnovoapsico)
Antiguamente, las parejas no se separaban por el qué dirán, por la dependencia económica de la mujer hacia el hombre o porque eso no se hacía y punto. Hoy en día es más común separarse o divorciarse tras varios años de relación, pero este mito conlleva una culpabilidad y una sensación de no haber estado a la altura o no haber aguantado lo suficiente. Algunos amores duran para siempre y otros no, lo que no significa que no sean igual de importantes.
El amor de tu vida
Este mito enlaza con el de la media naranja y te dice que sólo existe una persona en todo el planeta con el que vayas a ser feliz. Que presión, ¿verdad? Y qué casualidad que muchas veces esa persona se encuentre en un radio inferior a los 10 kilómetros a la redonda de ti. ¿Será que el amor de tu vida viene con GPS o es que pueden existir varias personas con las que puedas tener una relación satisfactoria y plena?
Mariposas en el estómago
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Relación y Mente | Psicología (@relacionymente)
Cuando comienzas una relación, es habitual que se te contraiga el estómago cada vez que estás con la otra persona, sensación que va desapareciendo con el paso del tiempo. La implantación de este mito en nuestras mentes hace que relaciones la ausencia de esta sensación con la falta de amor hacia tu pareja y no tiene por qué ser así. El amor se transforma con el paso del tiempo y lo importante no es sentir las consabidas mariposas en el estómago, sino que tu relación te siga sumando y os respeteis, admiréis y os cuideis.