El paso del tiempo es inevitable para todos, no podemos luchar contra él. Pero también existen otros factores externos que aceleran el proceso natural de envejecimiento de nuestros tejidos a pasos agigantados. De hecho, la exposición solar es uno de los mayores enemigos de la piel cuando abusamos de ella y olvidamos aplicarnos fotoprotección a diario.

Eso no significa que debamos dejar de tomar el sol si no proteger la piel durante todo el año, porque también es necesario para mejorar nuestro estado de ánimo y mantener los huesos fuertes mediante la síntesis de vitamina D. Esta vitamina, que también refuerza el funcionamiento del sistema inmunológico, suele ser deficitaria con la edad, sobre todo durante los meses de otoño e invierno, cuando se reducen las horas de sol.

Pero, como en todo en la vida, es necesario exponerse a la radiación solar en su justa medida. Así lo confirman las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, de la Clínica Mira+Cueto, que avisan de las consecuencias de abusar del sol sin contar con la protección necesaria: «Es uno de los factores de envejecimiento extrínseco más importantes», aseguran las especialistas.

En la foto de arriba, Neovadiol de Vichy, a la izquierda, Infinite Bronze Compact de Lancaster y a la derecha, Skin Glow Fundation de Shiseido. / CORTESÍA DE MARCA

Los daños generados por la radiación ultravioleta se manifiestan con alteraciones cutáneas a corto plazo, como quemaduras solares en la piel, sequedad y falta de hidratación o alteración de la pigmentación. Pero si hablamos de las consecuencias que puede tener la falta de protección a largo plazo, nos encontramos con problemas aún más serios, como el fotoenvejecimiento, las alteraciones en el ADN, la pérdida de elasticidad y suavidad en la dermis y, por supuesto, el mayor de los riesgos: padecer cáncer de piel.

En la foto de arriba, Bright Reveal de L´Oréal Paris, a la izquierda, Contorno de ojos Advanced Day Eye Protect, de Medik8 y a la derecha, Mela B3, de La Roche Posay. / CORTESÍA DE MARCA

La radiación ultravioleta del sol es la responsable del envejecimiento prematuro de la piel mediante la generación de radicales libres, según explican las doctoras: «Es lo que llamamos fotoenvejecimiento. Este fotodaño se va acumulando en el organismo a lo largo de los años y se suma al envejecimiento cronológico», añaden.

A la izquierda, Aqua Beelicious, de Apivita y a la derecha, Advanced Brightening UV Defense Sunscreen , de SkinCeuticals. / CORTESÍA DE MARCA/ LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Por eso, sabiendo que existen factores que no podemos modificar, como la herencia genética o el paso del tiempo, tenemos que poner especial cuidado en aquellos de los que sí podemos protegernos. Y aquí entra en juego la importancia de un buen fotoprotector, como las nuevas propuestas cosméticas que, además de incluir esa protección contra los rayos ultravioleta, añaden otros tratamientos.

En la foto de arriba, Blue Peptides Uplift Cream, de Biotherm, a la izquierda Protector ambiental ligero de Darphin y a la derecha, Soleil-protect de ROC. / CORTESÍA DE MARCA

Estos beneficios añadidos no sólo mejoran el aspecto y la salud de la piel, también reducen los pasos de la rutina de belleza diaria, al conseguir dos o más objetivos con un mismo producto. Desde tratamientos antiedad y despigmentantes hasta cremas específicas para el contorno de ojos o maquillaje que unifica el tono, iluminan y protegen a la vez. Los beneficios, bajo el sol, se multiplican.

FUENTE: MujerHoy