La porosidad es un problema que afecta más del 50% de la población en algún momento de su vida y, por ello, es fundamental saber cómo tratarla, qué rutinas seguir y qué productos utilizar en cada caso concreto, desterrando malos hábitos que puedan dañar al pelo.
De hecho, se cree que las melenas porosas son un desafío, pero en realidad son una oportunidad para aprender y adaptarse. Además, la porosidad no es estática y puede cambiar con el tiempo, haciéndolo también nuestro pelo. Hoy te contamos todo lo que tienes que saber sobre este tema.
Qué es la porosidad del cabello
«La porosidad se refiere a la capacidad del cabello para absorber y retener. Si tu cabello es altamente poroso, todo lo que penetre saldrá fácilmente, pues las escamitas que lo recubren (cutícula) y que hacen de escudo están dañadas, por lo que el cabello se desnaturaliza y desequilibra a nivel interno. Por otro lado, si tu cabello tiene baja porosidad podrás mantener ese equilibrio aunque al no penetrar los productos pueden aportar peso«, explica Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair.
Desde Hospital Capilar subrayan también que «en los cabellos de porosidad baja, las hebras repelen el agua al tener las capas de la cutícula más unidas, siendo pelos, en consecuencia, que pueden tardar en mojarse por completo y más propensos a la acumulación de grasa o suciedad, mientras que las melenas con porosidad alta tendrán las cutículas significativamente abiertas, permitiendo la entrada de agua con la misma facilidad que ésta es expulsada, lo que hará que el pelo sea más propenso al encrespamiento y a enredarse con más facilidad. No obstante, las melenas que presentan un grado de porosidad medio se adaptarán a un mayor número de productos para el pelo y requerirán un menor mantenimiento, debido a que, en estos casos, las cutículas tienen una apertura justa que permitirá mantener la hidratación».
Cómo saber la porosidad de mi pelo
«Para realizar el test de porosidad, con el cabello limpio y seco cogeremos un mechón y lo llevaremos hacia arriba. Después, pasaremos los dedos de la punta a la raíz y observaremos el resultado: si el 70% de cabellos se queda en la base como una bolita, significa que tu porosidad es alta; si se queda alrededor de un 50%, tu porosidad es media y si se queda menos del 20%, tu porosidad es baja«, explica la experta de Campos Curlyhair.
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Tratamiento del pelo, según la porosidad
– Porosidad alta: deberás aplicar productos que hidraten y fortalezcan la cutícula, como glicerina, proteínas y aminoácidos.
– Porosidad media: aplica Leave In Pura Hidratación CCH después de lavar el cabello y retíralo con un último aclarado. A la hora de definir, recomendamos combinar un gel hidratante que también ayude a la cutícula y otro que proporcione fijación.
– Porosidad baja: en este caso no necesitarás utilizar un leave-in para retener la hidratación. Para definir, opta por un gel que proporcione fijación pero no añada peso.
Cómo evitar la porosidad en el pelo
Así, a la hora de tratar los cabellos con baja porosidad, se deberá optar por aquellos elementos que produzcan un alto nivel de hidratación, usando productos ligeros, como el aceite de coco, de semilla de uvas o de almendras, así como mascarillas específicas, sin proteínas, aclarando la melena con agua caliente para ayudar a que la cutícula se abra y entre, así, toda la nutrición que estas melenas necesitan.
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Sin embargo, en cabellos que tienen un alto nivel de porosidad, se deberán utilizar tratamientos con proteínas para reparar las grietas que se producen por la pérdida de agua, como es el caso de productos con soja, queratina o arginina, haciendo especial hincapié en productos que hidraten y ayuden a fortalecer el pelo, así como elementos antifrizz para mejorar su textura, debido a la tendencia al encrespamiento que poseen este tipo de cabellos. Además, se recomienda enjuagar el pelo con agua fría, ya que este hábito contribuirá a cerrar la cutícula.
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«Por su parte, será fácil hidratar los cabellos de porosidad media y, por ello, en estos casos será suficiente seguir una rutina básica que incluya, de manera quincenal o mensual, un tratamiento de hidratación profunda para cubrir las necesidades de este tipo de pelo y mantenerlo saludable; debiendo optar también por champús sin sulfatos que limpien el cabello sin resecarlo ni dañar las cutículas», concluyen los expertos de Hospital Capilar.
FUENTE: MujerHoy
