La aparición de canas es un auténtico dilema. Hay quienes prefieren taparlas desde que asoma el primer mechón más evidente y hay quienes se adentran en la transición para dejar crecer el pelo blanco y que se quede bonito y brillante. La elección no es sencilla y cada cabello, a pesar de lo que digan las tendencias capilares, así como otras melenas referentes como la de la reina Letizia , es totalmente diferente.
En mi caso, tengo 30 años y desde hace cuatro convivo con mis primeras canas: varios mechones repartidos en la parte frontal y en la parte alta del cabello han sido los culpables de que haya probado los barros para el pelo, la alternativa perfecta a los tintes tradicionales.
Cómo disimular las primeras canas sin tintes
Nunca me he teñido el pelo y por mucho que ya tuviera visibles las primeras canas, siempre he tenido la corazonada de que sería un error en mi rutina capilar. Por un lado, utilizo todas las semanas dos herramientas de calor (secador+plancha) que ya se encargan de estropear la fibra natural de mi cabello.
Por otro, no suelo ser constante en todo lo que englobe al cabello. Por lo que tener que acudir cada dos o tres meses a la peluquería para retocar el corte de las raíces que se generan con la coloración o las mechas, tampoco era una opción. Y si a esto le sumo que no quería perder mi color de pelo natural, la única opción viable era la coloración con barros.
Hay muchas opciones y peluquerías que trabajan con este tipo de tintes naturales, y una muy potente es la de los Barros Gold de Secretos del Agua, la nueva coloración natural de la firma que «ahora aporta unos pigmentos muy buenos y completan una gama de colores que antes era muy limitada», nos explica a un reducido grupo de periodistas el experto en coloración saludable Enrique Machín en el salón de belleza Mirache.
Esta nueva gama incluye precisamente un color oscuro, el número 302, un tono castaño natural irisado que destaca sobre los demás porque no tira hacia cobrizo y rubios como los barros tradicionales.
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En qué consiste el ritual completo de la coloración con barros
De principio a fin, la coloración con barros tiene diferencias con los tintes químicos. «Los barros se aplican con el cabello húmedo porque el pigmento del barro necesita humedad para que la cutícula coja mejor el color», me explica la estilista encargada de realizar el cambio.
Una vez hecho el asesoramiento para la elección perfecta del tono según la cantidad de canas que se tengan así como el estado del cabello (si está teñido o no), en el lavabo, se realiza un primer lavado purificante que «limpia el cuero cabelludo y elimina los posibles residuos de otros productos» que interifieran entre la fibra capilar y los barros, explica la experta.
Después me aplica a conciencia el tono 302 para tapar todas las canas y termina con un golpe de calor durante 25 minutos. Tras aclarar todo el exceso de producto, finaliza con el servicio de corte y/o peinado.
Los beneficios que he notado tras la coloración con barros
Los primeros beneficios de teñirse con barros son evidentes nada más salir de la peluquería. A la vista, el pelo está brillante y sin encrespamiento. Al tacto, está muy suave y sin enredos. Y es que el principal punto positivo de los barros es que no producen ninguna reacción química agresiva en el cabello.
Por otro lado, la cobertura de canas es completa. El pelo blanco desaparece bajo unos reflejos sutiles y naturales, creando luz y profundidad al pelo. También han sido testados dermatológicamente y son aptos para personas con cuero cabelludo sensible evitando irritaciones y reacciones alérgicas: son seguros en embarazadas, niños, personas alérgicas a PPD, Resorcinol y/o Amoníaco o personas que han pasado por procesos de quimioterapia.
El otro punto importante para mi es que no me modificara mi tono natural. Y así ha sido. Salvo por unos reflejos muy sutiles, más visibles a la luz del sol, mi color base se ha mantenido intacta.
Contras: qué saber antes de hacerte los barros
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no es el mismo aplicar los barros en un cabello teñido que en uno 100% natural. Esto puede variar en los resultados y en la duración. Déjate siempre asesorar tanto en el estado del cabello como en los cuidados posteriores en casa.
Esto mismo puede ocurrir con un pelo negro o con un pelo rubio o castaño. En mi caso (pelo negro), con sólo un lavado, ya hay algunas canas que han perdido el pigmento del barro. El contraste óptico gradual que se produce se va a notar antes en tonalidades oscuras, por lo que es importante saber que no es apto para todos los bolsillos: el precio de estos barros ronda los 100 euros.
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Y por último, otros dos detalles a tener en cuenta. Al aclarar el pelo en el primer lavado en casa después de hacerte los barros, suelta mucho color (no sólo en la ducha, también en la toalla cuando retires el exceso de humedad). Utiliza una oscura para no manchar una de color clarito.
Lo mismo ocurre con el pelo totalmente seco. Los barros también pueden manchar las fundas la almohada, tanto el primer día al salir de la peluquería como el primer día de lavado habiéndolo secado completamente con secador. Cambia las almohadas blancas por unas oscuras y listo. ¡Hora de probarlo!
FUENTE: MujerHoy