La sequedad es uno de los principales problemas de la piel, sobre todo en las partes más expuestas como manos, codos o pies agrietados. Esto provoca aspereza y esa textura nada uniforme y hasta agrietada. Así que, si te preguntas cómo tener una piel suave, porque no consigues librarte de esa rugosidad y rudeza, es más sencillo de lo que parece. Por supuesto, la hidratación es la clave de todo. Por tanto, no solo tienes que usar lociones corporales en verano, sino todo el año.
Pero, también hay otros factores que impulsan un acabado más sedoso y terso en la piel. Las pautas a seguir son bastante sencillas, solo que lo importante es coger el hábito y tener continuidad en el skincare corporal, al igual que lo hacemos con la rutina facial. Y, más específicamente, estos son los consejos y el paso a paso para tener una piel suave que debes hacer para conseguir los mejores resultados. En nada notarás como el tacto de tu piel mejora de forma drástica.
Primer paso: Limpieza en profundidad
Esta guía de cuidado para conseguir una piel suave vale tanto para el rostro como para la piel del cuerpo. Y, lo más esencial de todo es realizar una limpieza diaria adecuada. Esto significa es hacer tanto una doble limpieza de la piel del rostro (con un tercer paso que incluya tónico facial), usando limpiadores faciales adecuados para nuestro tipo de piel.
Y, en el caso del cuerpo, emplearemos geles de ducha hidratantes que no sean demasiado agresivos ni tengan tensioactivos muy fuertes, para no desproteger la piel quitando sus aceites naturales, lo que agudizaría la sequedad y de tal forma, la aspereza. Los ingredientes en los dos casos deben de ser suaves y nutritivos, pero con buena capacidad higienizante para eliminar todo residuo, toxina y suciedad que puedan quedar acumulados y que son los responsables de crear más textura y otros problemas en la piel. Además, usa siempre agua templada, ya que tanto el agua fría como caliente pueden incrementar la sequedad.
Cómo tener una piel suave, segundo paso: Exfoliación
Otro de los consejos más eficaces para poder presumir de una piel sedosa es la exfoliación de la piel. Aunque muchas puedan tener prejuicios contra este paso, lo cierto es que si se ejecuta de la manera adecuada aportará una mejoría notable drástica y solo beneficios, al permitir eliminar la acumulación de células muertas que texturizan la piel y favorecer la regeneración celular que se traduce en la reparación de los daños.
Mujer realizando exfoliación para tener una piel suave / PEXELS
Así, no solo quedaría un tacto aterciopelado, también mucha más uniformidad en el tono pudiendo llegar a aclarar manchas, mucha luminosidad y hasta la mejora de los signos de la edad. Dependiendo del tipo de piel y sus necesidades, la haremos una vez a la semana o cada quince días (incluso en el rostro, si desarrollamos tolerancia, la podemos realizar dos veces por semana).
En el cuerpo puedes optar por un peeling corporal o un exfoliante siempre que tenga una formulación que no sea demasiado agresiva, con gránulos suaves y de tamaño pequeño, aplicado en forma de masaje con movimientos circulares y sin arrastrar con fuerza. Y, para la cara lo más recomendables son exfoliantes químicos, como los que contienen alfa hidroxiácidos o beta hidroxiácidos, tipo ácido glicólico.
Tercer paso: Hidratación
Evidente, pero no siempre nos la tomamos tan enserio. Mantener la piel hidratada es esencial si queremos tenerla lo más tersa y turgente posible. Por supuesto, es fundamental aplicar cremas hidratantes para la cara o lociones corporales que se adapten a nuestro tipo de piel para garantizar que solo reporte beneficios.
Mujer usando crema hidratante / PEXELS
Además, tiene que ser diaria y al menos dos veces al día, mañana y noche. Y, si aplicas los productos sobre la piel húmeda conseguirás aún mayor capacidad de hidratación. También puedes usar sérums si te gustan las texturas más fluidas y penetrantes o aceites faciales y corporales que son super nutritivos y mejoran muchísimo la elasticidad y la suavidad.
Consejos extra para tener una piel suave
Además, de los tres anteriores pasos que debes seguir a conciencia si quieres poder tener la mejor piel posible, puedes incorporar otras prácticas a la rutina como son los masajes faciales y corporales. Estos estimulan la circulación sanguínea y no solo hacen que la piel se vuelva más tersa y turgente, sino que promueven su brillo natural.
Por otra parte, también puedes optar por la depilación, sea tipo depilación con hilo, cera, cuchilla o la técnica del dermaplaning para el rostro, siempre acudiendo a un procesional que nos asegure que no se causarán agresiones en nuestra piel con el procedimiento o lo hagamos por nosotras mismas, pero siguiendo los consejos de un experto y las indicaciones adecuadas.
FUENTE: MujerHoy