La educación cambia con el paso de los años y no todos los padres se conforman con una metodología que se centre únicamente en lo que se considera más tradicional. Por eso, te vamos a hablar sobre el método Pikler. Se trata de una pedagogía que nació gracias a las ideas de Freud, la teoría de apego, el constructivismo y el método Montessori, entre otros. Pero, ¿en qué consiste y de dónde viene?
La creadora fue Emmi Pikler, una mujer pediatra. Su método se centra en dos conceptos básicos de la infancia: la necesidad de apego y la de autonomía. Esta pedagogía crece con fuerza y también se conoce como la teoría del movimiento libre. A continuación, te contamos de qué se trata.
Dejar que los bebés se muevan por sí mismos
Pikler defendía que los bebés debían moverse libremente. Ella sostenía que se les debía permitir a los pequeños su movimiento libre e innato, por lo que los adultos debían confiar en ellos. De esta manera, no había que ponerlos en ninguna posición que no pudieran conseguir por ellos mismos. Es una forma de confiar en la capacidad del bebé desde su nacimiento para que crezca con autonomía y confianza en sí mismo y en sus capacidades.
No hay que comparar a los pequeños con otros bebés
Cuando somos padres, no podemos evitar comparar a nuestros hijos con los demás y ver quien ha logrado antes los hitos del desarrollo. En este sentido, el método Pikler nos hace cambiar la manera de pensar. De acuerdo con la pediatra, los bebés no deben compararse, sino que cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje y, por lo tanto, se debe respetar.
Un concepto diferente de crianza
Emmi Pikler fue directora de un orfanato en la ciudad de Budapest, en Hungría. Todas las teorías que desarrolló tuvieron el objetivo de evitar que los niños que estaban internados en su centro tuviesen problemas físicos o socioemocionales. Por aquel entonces, existía el «síndrome del hospitalismo», que consistía en que los niños criados en estas instituciones crecían con grandes carencias y problemas de nivel afectivo, de personalidad o en su desarrollo psicomotriz.
Para que esto no le sucediera a los menores que tenía a cargo, desarrolló el sistema pedagógico basado en dos pilares fundamentales: la necesidad de apego y la autonomía de los niños.
En este sentido, era fundamental que los pequeños creasen vínculos afectivos estables con las personas de referencia del orfanato que les aportaban seguridad física y emocional. Al mismo tiempo, había que tener en cuenta su propia libertad y que no hubiera una intervención directa en el desarrollo motriz de los niños. De esa manera, se buscaba que pudieran potenciar su autonomía, su competencia y la confianza en sí mismos.
Los principios básicos del método Pikler
Como vez, el método Pikler se basa en el respeto hacia las capacidades del niño. En este sentido, el adulto se convierte en un observador y guía, pero debe respetar el ritmo del desarrollo y aprendizaje del menor. En cualquier caso, existen algunos principios básicos que es importante conocer para comprender mejor este tipo de pedagogía:
- Permitir autonomía a los niños, ya que son capaces de aprender por sí mismos.
- Ayudar al niño a que tome conciencia de sí mismo y del entorno en donde se encuentra. El adulto debe ofrecer seguridad afectiva para que el menor sea capaz de centrarse en sus propios movimientos y así explorar y descubrir el entorno.
- Tener una relación afectiva de calidad. El adulto debe respetar los ritmos de desarrollo del menor y proporcionarle seguridad y rutinas diarias.
- No descuidar la salud física del menor.
- Permitir la motricidad libre desde el nacimiento.
Una crianza alternativa de calidad
Como ves, esta pedagogía se inició por un motivo concreto: el desarrollo de los niños de un orfanato. Sin embargo, hoy en día se tienen en cuenta todas las ideas que Emmi Pikler desarrolló para proporcionar una crianza alternativa pero de calidad a los pequeños.
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FUENTE: MujerHoy
