Muchas veces, la separación o divorcio de una pareja con hijos trae aparejados ciertos desafíos y problemas por resolver. Por ejemplo, régimen de visitas, permisos, horarios, pago por alimentos, fechas de vacaciones, entre otros temas de importancia. Uno de los problemas más olvidados tiene que ver con el vínculo con los abuelos. ¿Qué puedes hacer si no te dejan ver a tus nietos? Veamos.
Quienes han tenido la posibilidad de criarse con abuelos alrededor, refieren experiencias positivas y recuerdos entrañables. Los abuelos son como ese paréntesis en el día a día. En ese espacio suceden risas, anécdotas y experiencias, al margen de la mirada parental.
Sin dudas, la relación nieto-abuelo puede ser una de las más significativas en la vida de un niño y de gran trascendencia para su desarrollo.
¿Cuáles son los beneficios de la relación entre nietos y abuelos?
Si la relación es positiva, tanto nietos como abuelos encuentran satisfacción en el vínculo. Para los nietos, la presencia de los abuelos es la posibilidad de acceder a un mundo nuevo, a otra época, a nuevas aventuras y descubrimientos, con límites un poco más «relajados» que cuando están junto a sus padres.
Para los abuelos, se trata de revitalizarse, de disfrutar de la crianza desde otro lugar, con menos responsabilidades y mayor disfrute. Los nietos también «actualizan» a sus abuelos, trayendo ideas frescas de su mundo y de las nuevas generaciones.
Incluso para sus propios hijos, esta relación resulta positiva, ya que los abuelos pueden ser gran fuente de ayuda y colaboración.
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Quiero ver a mi nieto y no puedo, ¿qué hago?
Muchos abuelos a los cuales no dejan ver a sus nietos buscan con desesperación resolver este problema. Sin embargo, no siempre saben qué hacer. Algunas personas les recomiendan iniciar por la vía judicial, reclamando el derecho, pero muchos abuelos temen las consecuencias de hacerlo. Veamos entonces algunas de las alternativas posibles.
Piensa cuál es la causa del conflicto
La imposibilidad de estar en contacto con los nietos no tiene siempre el mismo origen. A veces se debe a una dificultad con el hijo, con la pareja del hijo o en ocasiones por el fallecimiento del hijo, por lo que el contacto es impedido – o no es fomentado – por el otro progenitor.
Intenta hablar con la otra persona
Un acercamiento para poder pactar un régimen de visitas. Lo mejor es tratar de plantear la conversación desde el beneficio de los nietos, de ofrecer ayuda, de acompañar la crianza. Quizás no se logra el entendimiento o el perdón entre los adultos. Pero sí se logra disminuir el daño colateral.
Procura mantener el contacto con tu nieto en la medida de lo posible
Quizás no te dejan ver a tus nietos, pero si ya tiene suficiente edad y su propio móvil, puedes escribirle para preguntarle cómo está, cómo le va en la escuela, contarle de tus actividades, etc. Es una forma de estar presente y seguir fomentando el vínculo. Concretar alguna videollamada, al menos una vez por semana, puede también ser una alternativa.
Busca asesoramiento
Cuando la buena voluntad entre los adultos no es suficiente, puedes pensar en realizar una consulta con un profesional para informarte sobre tus derechos y los de tu nieto. Según el país, antes de iniciar un planteo judicial, se ofrece la opción de la mediación.
De este modo, partiendo desde el principio del diálogo y la búsqueda de soluciones, se puede encontrar un punto de acuerdo. Tal como lo mencionan Luisa Pérez Caballero y los demás autores del artículo publicado en la Revista Mediación.
El diálogo y la intervención también permiten reflexionar en una solución en el corto plazo y es más acorde a la realidad del adulto mayor, en donde el tiempo cobra otra importancia. Una demanda judicial puede prolongarse en el tiempo y postergar el contacto con el nieto.
Algunos puntos a tener en cuenta si no puedes ver a tu nieto
Según el país, las figuras de otros familiares se encuentran consideradas en la ley. En países como España o Argentina, los abuelos, así como tíos, son contemplados como personas de interés y referentes para el niño. Es decir, los respectivos Códigos Civiles reconocen la importancia de mantener el contacto.
Entonces, algunas claves a tener en cuenta son:
- El contacto no se debe impedir si no hay una causa justa. Por ejemplo, un divorcio conflictivo entre los padres no es un argumento potente para que los abuelos no puedan ver a sus nietos.
- Debe primar el interés del niño. Es importante escucharlo y darle lugar a que se exprese. Si desea ver a sus abuelos, se debe respetar su deseo.
- Se puede pactar un régimen de visitas. En general, los grados de permisividad se corresponden con otros factores como las circunstancias de vida del niño, su edad, entre otros motivos.
Los nietos primero, más allá de los conflictos
Cada familia conoce sus propias «situaciones internas». Por eso, más allá de las recomendaciones que puedan darle amigos o parientes, hay que pensar en la realidad que le toca vivir a cada persona. A veces, lo que funciona en unos casos, no lo hace en otros.
Lo importante siempre, en beneficio de los menores, es intentar encontrar una solución de una manera pacífica.
Por último, también es valioso saber que si quieres mantener una relación con tu nieto, lo mejor es que sea estable y consistente. Es decir, quizás haya dificultades, pero no se trata de «aparecer y desaparecer» cuando tengamos ganas o tiempo. Esto puede ser muy doloroso para el nieto, quien no logrará sentirse seguro en el vínculo al no existir previsibilidad.
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FUENTE: MujerHoy