Muchas veces, pequeños descuidos en nuestra rutina de belleza pueden convertirse en grandes problemas para nuestra piel sin que nos demos cuenta. Por eso, es importante conocer cuáles son los falsos mitos que igual creemos ciertos para cambiar nuestras creencias y mantener un cuidado que sea realmente bueno.
Para ayudarte, te he recopilado los 10 errores más frecuentes que igual no conoces y consejos prácticos para corregirlos de forma rápida. Unas fórmulas sencillas que en pocos segundos cambiarán el estado de tu rostro, tanto si notas que está demasiado alterado o sensible , como si quieres mejorar tus hábitos. ¡Toma nota de todos ellos!
1. No aplicar protector solar en días nublados
Este se posicionaría en el más cometido, pensar que el protector solar es solo para verano o cuando haya sol. Aunque el cielo esté gris, hasta el 80% de los rayos UV pueden atravesar las nubes y dañar tu piel. Usar protector solar diariamente no solo previene el envejecimiento prematuro, sino también protege contra el cáncer de piel. Recuerda que siempre es importante usar SPF 30 como mínimo y reaplica cada dos horas si estás al aire libre.
2.Dormir con maquillaje
¿Cuántas de nosotras hemos preferido dormir con maquillaje por la pereza de desmaquillarnos de noche? Es uno de los errores más dañinos para la piel. El maquillaje bloquea los poros, favoreciendo la aparición de brotes y acelerando además el envejecimiento. La solución es apostar por una doble limpieza, utilizando un limpiador oleoso y otro acuoso para una limpieza profunda.
3. Usar demasiados productos activos a la vez sin conocimiento
Incorporar múltiples activos como retinol, vitamina C y ácidos exfoliantes puede ser contraproducente. La piel puede irritarse, causando enrojecimiento o descamación. Introduce uno o dos activos lentamente, permitiendo que tu piel se adapte.
4. No esperar el tiempo adecuado entre productos
Muchas veces, por falta de tiempo o por poca paciencia, solemos aplicar los productos muy seguidos. Esto puede afectar en su efectividad. Dejar que cada uno se absorba correctamente ayuda a potenciar los resultados.La regla básica es esperar uno o dos minutos entre ellos o que esté seco al tacto.
5. Frotar la piel con demasiada fuerza
Frotar agresivamente durante la limpieza o exfoliación puede dañar la barrera natural de la piel, provocando sensibilidad. Realiza movimientos circulares suaves con las yemas de los dedos y sin apretar demasiado..
6. No enjuagar adecuadamente el rostro después de la limpieza
De nada sirve una doble limpieza si no retiramos del todo los residuos de estos limpiadores, o incluso del exfoliante. Estos productos pueden obstruir los poros y causar irritaciones. Enjuaga con agua tibia hasta que no queden restos visibles.
7. Usar demasiada cantidad de producto
Muchas veces existe la falsa creencia de que aplicar más cantidad de producto es beneficioso para la piel o dará más resultados, pero la realidad es que esto puede sobrecargar la piel y obstruir los poros. Con una pequeña cantidad del tamaño de una moneda es suficiente para la mayoría de productos.
8. Omitir el cuello y el escote
Las grandes zonas olvidadas del cuerpo. Estas áreas suelen mostrar signos de envejecimiento antes que el rostro debido a su exposición constante al sol y su piel fina, y muchas ves también por esa falta de cuidado. Por eso, es importante que extiendas tu rutina, aplicando limpiadores, hidratantes y protector solar en estas zonas también.
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9. No hidratar la piel adecuadamente cuando tienes la piel grasa
Muchas personas no usan hidratante cuando tienen la piel grasas por miedo a engrasarla aún más, pero incluso estas pieles necesitan hidratación ya que si no conseguirás exactamente lo contrario. Opta por productos ligeros y libres de aceites pero no te saltes este paso esencial.
10. Ignorar los ingredientes de los productos
Usar productos sin leer la lista de ingredientes puede llevar a aplicar irritantes o sustancias no adecuadas para tu piel, sobre todo si es sensible. Para ello puedes consultar con un dermatólogo que te enseña a identificar ingredientes clave que sean beneficiosos para tu tipo de piel y evita otros que sean más agresivos, como los alcoholes secantes o fragancias fuertes.
FUENTE: MujerHoy